Lamarckismo es el término utilizado para referirse a la
teoría de la evolución formulada por Lamarck: la teoría de los
caracteres adquiridos.
Lamarck en su teoría propuso que la vida evolucionaba por
tanteos y sucesivamente, que a medida que los individuos de una de nuestras
especies cambian de situación, de clima, de manera de ser o de hábito, reciben
por ello las influencias que cambian poco a poco la consistencia y las
proporciones de sus partes, de su forma, sus facultades y hasta su misma
organización. Sería la capacidad de los organismos de adaptarnos al medio
ambiente y los sucesivos cambios que se han dado en esos ambientes, lo que
habría propiciado la Evolución y la actual diversidad de especies.
Como mecanismo para traducir esos presupuestos en cambios
evolutivos, propuso el mecanismo conocido como “herencia de los caracteres
adquiridos”, refiriéndose a la capacidad de los organismos de trasladar a la
herencia los caracteres adquiridos en vida. Esta herencia no sería ni directa
ni individual, sino que sería tras largo tiempo de estar sometidos a parecidas
circunstancias y afectarían al conjunto de los individuos del grupo sometido a
esas circunstancias.
La teoría de Lamarck no fue tenida en cuenta en el momento
de su formulación, siendo 50 años más tarde, con la publicación de El
origen de las especies, cuando los evolucionistas y el propio Darwin la
rescataron para intentar cubrir el vacío que la selección natural dejaba al no
proponer la fuente de la variabilidad sobre la que actuaría la selección.
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