miércoles, 8 de febrero de 2012

2.3.2.- Los cambios que nos hicieron humanos



Los homínidos han evolucionado desde formas similares a los chimpancés hasta el humano moderno (proceso de hominización). Los cambios han afectado a diversas características anatómicas y funcionales, como la bipedestación, adquisición del lenguaje articulado o incremento del volumen cerebral.

Caminar erguido: la bipedestación se utiliza para diferenciar entre el linaje de los homínidos y el de los simios.

Posición del foramen magnum: es orificio del cráneo por donde pasa la médula espinal, señala el lugar en el que se inserta la columna vertebral. En los homínidos el foramen se orienta hacia abajo y en los simios hacia atrás.

Disposición de la cadera: en los homínidos los fémures se dirigen oblicuamente desde las caderas hasta converger en las rodillas, en los simios se disponen verticalmente, manteniendo muy separadas las rodillas.

Cambios en el pie: el pie de un chimpancé es parecido a nuestra mano, tiene el pulgar oponible. La adaptación a la bipedestación supuso el alargamiento del pie y el pulgar se alineó con los demás dedos, que redujeron su tamaño perdiendo casi toda su capacidad de agarrar objetos.
El pulgar más largo proporciona más fuerza y habilidad (pinza de precisión).

Encefalización y ciclo vital: el incremento del volumen cerebral generó problemas, durante el parto la cría atraviesa la parte inferior de la pelvis (canal del parto). La adaptación al bipedismo implicó un estrechamiento de la pelvis y el incremento del tamaño cerebral dificultó el parto. A costa de adelantar el parto los homínidos incrementaron el tamaño de su cerebro.

Aprender a hablar: solo los seres humanos tenemos un lenguaje articulado. Para hablar hace falta tener capacidad mental y disponer del aparato fonador. Dos áreas del cerebro están relacionadas con nuestra capacidad de hablar, ambas se encuentran en el hemisferio izquierdo. El cerebro no fosiliza, puede dejar en la cara interna del cráneo unas impresiones que permiten conocer algunas características.



2.3.1.- La familia de los homínidos


La familia de los Hominidae está formada en principio por cinco géneros, que ordenados por edad, son los Orrorin, Australopithecus, Kenyantrhopus, Paranthropus y Homo.
Además, entre los homínidos, que divergen hace unos 3,5 millones de años, se suele distinguir entre formas:
- Gráciles (Kenyantrhopus y primeros Homo),
- Robustas (los Paranthropus y algún Australopithecus).
El motivo de esta distinción se debe a los descubrimientos hechos a principios del siglo XX en Sudáfrica: algunos especimenes mostraban una robustez en el cráneo, mandíbulas y dientes muy superior a la de otros. Esta división se explicará más tarde, pero es una útil clasificación para hablar de una de las divisiones más importantes de nuestra familia.
En la Tabla 4.1, se da por buena la clasificación de los Homínidos. Supone admitir como homínido a los Ardipithecus, rechazar Praeantrhopus y separar Australopithecus de Paranthropus. Se incluye dentro de los Homínidos nuestra especie Homo Sapiens, los antecesores directos y los descendientes colaterales.




¿Cuáles son los rasgos que los diferencian? Comparar nuestra especie con la de nuestros parientes da resultados diametralmente opuestos: según cuál sea la característica en la que nos fijemos concluiremos que somos muy similares o muy distintos. De hecho, desde el punto de vista genético son muy pequeñas, del 1%, en el caso del chimpancé con respecto a los humanos y se utiliza tanto para clasificación en el mismo género de ambos, como para temas éticos, etc.
Tanto la anatomía como la conducta de chimpancés y humanos son muy diferentes, algunas muy notorias:
- Lenguaje de doble articulación, cerebro de tamaño muy superior en relación al cuerpo, bipedismo y nivel de soluciones culturales completamente diferente.
- Carecemos de pelo en el cuerpo, no hay casi prognatismo, gestación más corta que en los simios superiores, no hay época específica de celo.
Tobías menciona hasta 24 rasgos morfológicos y 5 funcionales que separan a los humanos de los simios superiores. Pero hay un dato fundamental: la biomasa. Gorilas y chimpancés son pocos. Los humanos somos más de 6.000 millones de individuos.

Los primeros homínidos y el largo camino hacia el hombre: Diversas fueron las especies que unieron al hombre actual con los primeros homínido.  Las especies que representaron verdaderos saltos evolutivos, es decir, verdaderos momentos de cambio, fueron las siguientes:

Australopithecus: (monos del sur) fue el primer homínido bípedo (caminaba en dos patas y podía correr en terreno llano).  Poseía mandíbulas poderosas y fuertes molares.  Largos miembros y pasaban gran parte de su vida en los árboles. Su cerebro tenía un volumen inferior a los 400 centímetros cúbicos.  De aquí se deduce que el andar erguido se produjo mucho antes que la expansión del cerebro.  Su talla no superaría el 1,20 m. de altura y los 30 Kg. de peso. Antigüedad: 3 ó 4 millones de años.

Está representado por un grupo de fósiles prehumanos hallados en el sur y el oriente del África. Los más antiguos fósiles tienen aproximadamente 5 millones de años y los más recientes, 1 millón de años. El primer australopithecus fue encontrado en la década de 1960 en África oriental, (Etiopía) y fue llamada Lucy.

Homo habilis: (hombre hábil) esta especie de homínidos, debieron adoptar una posición mas erguida porque las variaciones climáticas hizo crecer los pastizales y obligó a que se paren sobre sus pies para divisar posibles peligros. Tenían un cerebro más grande, alrededor de 750 centímetros cúbicos. Su característica más importante fue el cambio en su forma de alimentación: ya no sólo comían frutas y  vegetales sino también animales. De cuerpo velludo. Actualmente los investigadores no están de acuerdo sobre si el homo habilis cazaba intencionalmente y fabricaba utensilios para hacerlo. Se cree que podrían haber hablado. Fueron hallados restos fósiles en la Garganta de Olduvai (Tanzania) junto a los primeros utensillos. Antigüedad: 2 millones de años.

Homo erectus: (hombre erguido) Tambien llamado Pithecanthropus Erectus. Algunos lo consideraron el representante directo del hombre, pero hoy se sabe que muchos austratopithecus anteriores poseían rasgos semejantes.  Son los primeros homínidos que se distribuyeron ampliamente por la superficie del planeta, llegando hasta el sudeste y este de Asia. Cuerpo alto, espesa cejas y gran musculatura. Poseían un cerebro mayor que el del homo habilis: alrededor de 1.100 centímetros cúbicos.  Descubrieron el uso del fuego y fabricaron la primera hacha de mano.  El primer homo erectus fue encontrado en Java (Oceanía) a fines del siglo pasado.  El hallazgo de restos de homínidos de esta especie en las cavernas de Pekín permitió la reconstrucción de algunos aspectos de su vida. Antigüedad: 1.5 millones de años.

Homo sapiens: (hombre racional) vivió en Europa, en África y en Asia.  Los hallazgos arqueológicos reflejan cambios importantes en el comportamiento de esta especie: utilización de instrumentos de piedra y hueso más trabajados, cambios en las formas de cazar, uso y dominio del fuego, empleo del vestido, aumento en el tamaño de las poblaciones, manifestaciones rituales y artísticas.  El representante del homo sapiens más antiguo es el hombre de Neanderthal (Alemania). Antigüedad: De 150.000 a 200.000 años.

Homo sapiens sapiens: (hombre moderno) Sus características físicas son las mismas que las del hombre actual.  Su capacidad cerebral es de alrededor de 1.400 centímetros cúbicos.  Se cree que apareció en Europa hace alrededor de 40.000 años.  El homo sapiens sapiens es el que protagonizó, a partir del año 10.000 a.C., cambios muy importantes en la organización económica y social, como las primeras formas de agricultura y domesticación de animales, y la vida en ciudades. Su representante mas fiel es el hombre de Cromagnon (Francia). Antigüedad: De 80.000 a 40.000 años.








2.3.- La evolución y los seres humanos

La evolución humana (u hominización) explica el proceso de evolución biológica de la especie humana desde sus ancestros hasta el estado actual. El estudio de dicho proceso requiere un análisis interdisciplinar en el que se aúnen conocimientos procedentes de ciencias como la genética, la antropología física, la paleontología, la estratigrafía, la geocronología, la arqueología y la lingüística.
El término humano, en el contexto de su evolución, se refiere a los individuos del género Homo. Sin embargo, los estudios de la evolución humana incluyen otros homininos, como Ardipithecus, Australopithecus, etc. Los científicos han estimado que las líneas evolutivas de los seres humanos y de los chimpancés se separaron hace entre 5 y 7 millones de años. A partir de esta separación la estirpe humana siguió ramificándose originando nuevas especies, todas extintas actualmente a excepción del Homo sapiens.


En este vídeo vídeo sobre la hominización se puede observar muy bien todas las etapas que ha conllevado esta evolución a lo largo de la historia.

2.2.4.- La evolución, ¿un hecho o una teoría?

Hay una confusión generalizada de lo que es una teoría.

Una teoría es un cuerpo de ideas, principios y leyes relacionados con un fenómeno. Nada tiene que ver con que sean verdad o no.

Una ley es un enunciado que explica relaciones matemáticas entre variables. Y a veces, por no decir siempre, la ley no es del todo precisa.

Nunca habrá una ley de la evolución, por el hecho de que no es un fenómeno reductible a fórmulas. Ocurre con otros fenómenos como la lluvia, no hay ley de lluvia, y ello no implica que la lluvia no sea un hecho.

La evolución es un hecho, y para explicar ese hecho nos basamos en la teoría evolutiva. Y como toda teoría, constantemente se revisa y se enriquece, pero ello en nada altera la realidad del hecho evolutivo.

Por ejemplo, imaginemos que ocurre un asesinato, y no se sabe quién ni como se cometió. En este caso, el asesinato en sí mismo es un hecho, y alrededor del hecho se elaborarán teoría para explicar cómo ocurrió. Puede ser que dentro de la teoría haya ideas equivocadas, pero para nada implica que el crimen deje de ser un hecho.

Por lo tanto, podemos decir que la evolución es un hecho, que se explica con la teoría evolutiva.

2.2.5.- Origen de nuevas especies


Las espacies nuevas surgen a raíz del siguiente proceso :

1 - Producción de cambios evolutivos. Debido al efecto de la selección natural, empiezan a aparecer diferencias entre los individuos de una especie. Como el color de la piel, etc.

2 - Aislamiento genético de la nueva población. Para que surja una nueva especie es necesario que tras la aparición de diferencias entre individuos de la misma especie, estos se aíslen unos de otros, para evitar que se reproduzcan y que en las futuras generaciones desaparezcan los cambios. El aislamiento consiste en una serie de barreras, que son:

Barreras geográficas, los individuos se encuentran separados por un terreno que les impide el contacto. Como montañas, desiertos u océanos.

Barreras sexuales, se producen cambios en el individuo que les impiden comunicarse. Como distintos periodos de apareamiento o cambios anatómicos en los órganos reproductores.

Barreras fisiológicas, cambios en los gametos que impide que los individuos tengan descendencia común, a pesar de que se puedan aparear. Los gametos no se pueden fecundar.

Barreras cromosómicas, cambios tanto en número como en la estructura de los cromosomas, esta incompatibilidad les impide tener descendencia entre ellos.

Barreras etológicas, los individuos adquieren diferentes rituales de apareamiento provocando rechazo entre macho y hembra e impidiendo la reproducción.

3 - Diferenciación gradual. Debido al aislamiento los cambios van aumentando, a causa de nuevas mutaciones, haciendo mayores las diferencias entre los individuos.

4 - Especiación. Los cambios (genéticos, anatómico, ...) llegan al punto en que aunque desaparezcan las barreras es imposible que se produzca una descendencia mixta. Es ahora cuando se les considera dos especies distintas.



2.2.4.- Teoría sintética

Es una ampliación a la teoría de la selección natural (SN) de Darwin, quien dijo que la evolución se da a través de la selección natural, y funciona así:

Los seres vivos son prolíficos y sus descendientes presentan ligeras diferencias entre sí. Estas diferencias son útiles a la hora de buscar recursos para sobrevivir. Sólo lo hacen los más aptos (no mejores, eso es subjetivo), que heredan sus ventajas a sus hijos. Con el tiempo predominan individuos más aptos para determinado ambiente.

Pero esta teoría, publicada en 1859, no podía explicar el origen de la variación entre individuos. Con el nacimiento de la genética clásica (mendeliana), se descubre la función de los "genes" como responsables de las características fenotípicas, entonces se funde Darwinismo con genética y nace la teoría sintética, que dice que la variación observada proviene de mutaciones y recombinación de alelos.

Pero por irónico que parezca, en la época que se formula (1930-1940 Aprox.) no se sabía qué era un gen exactamente. Recuérdese que el ADN no se identificó como depositario de la información genética hasta que Avery y cols. lo indetificaron como tal en 1944, pero no fueron comprendidos y la gloria del ADN pasó a recaer sobre Watson y Crick, quienes sólo dijeron qué forma tenía (basándose en datos de otros).

Es un tema complejo como se puede ver; solamente agregar que la Teoría Sintética que sustenta la Evolución por SN no es la panecea para toda la diversidad biológica.